Por todos es bien conocido el papel nutricional,
cultural y económico tan importante del aceite de oliva en la cuenca
mediterránea, siendo uno de los pilares básicos de la Dieta Mediterránea.
Su importancia radica en su composición, en la que
destaca la
presencia de ácidos grasos monoinsaturados, como el oleico; y una
concentración moderada de ácidos grasos saturados y poliinsaturados, como el
ácido graso esencial linoléico y linolénico. Además posee compuestos antioxidantes
(biofenoles).
Entre los efectos beneficiosos del aceite de oliva
podemos encontrar que:
·
Retrasa el envejecimiento. El aceite de oliva mejora el deterioro cognitivo. Por su contenido en
antioxidantes mejora el aspecto de la piel y retrasa el envejecimiento celular.
·
Mejora la enfermedad
cardiovascular, disminuyendo la aterosclerosis, agregación
plaquetaria, presión sanguínea, niveles de colesterol total, colesterol LDL y
triglicéridos, y manteniendo el colesterol HDL. En el estudio PREDIMED, se ha
visto que una intervención con una Dieta Mediterránea tradicional suplementada
con Aceite de Oliva Virgen Extra y Frutos Secos reduce en un 30% la incidencia
de complicaciones cardiovasculares mayores (muerte de causa cardiovascular,
infarto de miocardio y accidente vascular cerebral).
·
Previene de determinados cánceres, reduciendo su incidencia y
previniendo su aparición.
·
Tiene un papel estructural, ya que forma parte de las bicapas lipídicas de las células.
·
Es vehículo de vitaminas liposolubles como las
vitaminas E, D, A y K.
El consumo de grasa es necesario e imprescindible
para llevar una dieta equilibrada y saludable. En la dieta, la grasa debe
representar entre 30-35% de la energía total consumida, siendo la grasa saturada
menor del 7%, poliinsaturada menor del 10%
y la monoinsaturada entre 10-20%.
A continuación presento una tabla con la composición
nutricional de diferentes aceites. Cabe destacar que la elección se debe basar
en el aceite que más ácidos grasos monoinsaturados presenten, que en este caso
es el aceite de oliva.
Fig. Tabla en la que se detalla el porcentaje de
ácidos grasos saturados (AGS), monoinsaturados (AGM) y poliinsaturados (AGP) de
diferentes tipos de aceites.
El consumo de aceite de oliva ayuda a alcanzar un
perfil lipídico dietético más correcto y en línea con los objetivos y
recomendaciones nutricionales actuales. Consumiendo 50mL/día de aceite de
oliva, cubriríamos:
·
≈100% CDR de los ácidos grasos esenciales linoléico y
linolénico
·
55-100% CDR de Vitamina E
·
7,5-15% CDR Equivalentes de retinol (Vitamina A)
Por todo ello, se recomienda el consumo de aceite de
oliva virgen como principal grasa para cocinar. Se contribuye tanto al
bienestar personal como al mantenimiento de las tradiciones de la dieta
mediterránea. No está de más contribuir al bienestar económico del país, ya que
en esta situación de crisis hay que apoyar el consumo de productos nacionales,
como el ACEITE DE OLIVA.
Fuente:
·
Guía de alimentación saludable de
la SENC.